Una alimentación correcta es un complemento ideal para los tratamientos médicos convencionales.
La alimentación puede potenciar los efectos beneficiosos de quimioterapia y radioterapia y disminuir sus efectos secundarios.
Es importante incluir alimentos que nos van a servir para prevenir el cáncer. Ya sea por su capacidad para alcalinizar, por su poder estimulante del sistema inmune, por su efecto antiinflamatorio o por estar repletos de vitaminas, minerales y antioxidantes o por poseer determinados fitonutrientes, móleculas con demostrada actividad anticancerosa.
La actividad anticancerosa de la quercetina de cebollas y manzanas, el resveratrol de la uva negra y el vino tinto, la epigalocatequina-3-galato del té verde, el Indol 3 carbinol de las crucíferas, el licopeno del tomate, la curcumina de la cúrcuma, la aliína del ajo, los terpenos de las hierbas aromáticas, entre otros, ha sido demostrada en numerosos trabajos científicos.
Las células tumorales tienen avidez por la glucosa, se alimentan del azúcar que ingerimos con los alimentos. Por lo tanto, no deben faltar los alimentos con bajo índice glucémico, que ayudan a regular la glucemia, estos son los vegetales y hortalizas, las hierbas aromáticas, la canela, los frutos secos, las semillas, las legumbres, el trigo sarraceno, la quinoa, el amaranto, el arroz negro, las manzanas, las ciruelas, los melocotones, la chirimoya, la granada, las mandarinas, las fresas, la estevia, el agave, etc.
La buena noticia es que la mayoría de alimentos anticáncer no actúan a un solo nivel, sino que tienen varias propiedades anticáncer.
La influencia de la comida chatarra, como las hamburguesas, perros calientes, patatas fritas, entre otros, necesitan ser eliminadas de la dieta de cualquier persona que padezca o que quiera prevenir su riesgo a padecer de cáncer.
Es importante inculcar el valor de la prevención en la sociedad, en vez del tratamiento.
Una vez que el cáncer llega, su tratamiento se vuelve complicado con radiación de rayos X, quimioterapia, entre otras posibilidades que resultan inefectivas y comprometen la calidad de vida aún más que la propia enfermedad.
Alimentos antiinflamatorios:
Algas, Semillas de Lino, Cúrcuma, Frutas secas y en general todos los alimentos con pigmento verde.
Algas, Semillas de Lino, Cúrcuma, Frutas secas y en general todos los alimentos con pigmento verde.
Alimentos alcalinizantes:
Mijo, Germinados, Hortalizas, Frutas frescas y secas, Limón, Patata con piel, Piña, Tomate, Manzanas, Setas, Estevia, Cúrcuma, Jenjibre, Cebolla, Calabaza, Semillas, Algas, Alimentos fermentados-
Mijo, Germinados, Hortalizas, Frutas frescas y secas, Limón, Patata con piel, Piña, Tomate, Manzanas, Setas, Estevia, Cúrcuma, Jenjibre, Cebolla, Calabaza, Semillas, Algas, Alimentos fermentados-
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